miércoles, 30 de marzo de 2011

En tiempos de brujas

Como otras veces, destripamiento de película tenemos a la vista.


Empezamos con el ajusticiamiento de tres brujas en una villa, por la noche el cura intenta descolgarlas para leer unos fragmentos del libro de Salomón e impedir que el Diablo las haga resucitar. Con las dos primeras lo consigue, pero con la tercera no tiene tiempo y esta lo mata.

Saltamos varios años al futuro, nos encontramos en Tierra Santa; y no vamos bien. Un desierto a pleno sol, vemos a los “caballeros” templarios andando por las dunas. Todo un ejército a pie, con sus armaduras y arreos de guerra, a pie. Por lo menos los musulmanes también viene andando. Joderrr, han cargado a la carrera, con dos cojones, sin importar el calorcito del día ni el peso de las cotas de mallas, cascos y escudos varios. Cuando lleguen a enfrentarse estarán muuy cansados.

Vemos, de forma continuada, varias batallas pero la tónica es la misma en todas, nuestros protagonistas tienen tiempo para chascarrillos varios mientras van eliminando a enemigos a diestro y siniestro. Las escenas funcionan en "stop motion" o sea, a cámara superlenta para que veamos bien los golpes y la sangre salpicando. "Matrix" ha hecho mucho daño. Es curioso que nadie utiliza un escudo como arma defensiva, los pocos que llevan este adminículo siempre, siempre tienen la guardia abierta y nuestros protagonistas los matan facílmente. Las batallas se han llevado a cabo a lo largo de unos diez años, en todas ellas los “caballeros” templarios lucha a pie, al igual que sus enemigos sarracenos. Todos a pie, no se ve ni un solo caballo. No debían tener presupuesto suficiente.

Así llegamos a 1344 al asedio de Smyrna, donde nuestro protagonista tiene una epifanía, al matar por error a una mujer desarmada siguiendo las prédicas del jefe templario; quien está a pecho descubierto incitando a sus hombres a perseverar en el ataque para destruir a los enemigos de Dios y de su Único Hijo. Curiosamente las imágenes nos muestran a mujeres y niños asesinados pero no vemos ni un solo hombre armado, los defensores de la fortaleza han debido desaparecer como por ensalmo. Nuestros futuros héroes se enfrentan con el Heraldo de Dios y abandonan a los caballeros templarios.

Ha pasado un mes, nuestros amigos siguen caminando, vaya caballeros de mierda, andando a todos lados. En la costa de Styria llegan hasta una granja que tiene un techo a dos aguas altísimo, debe ser una zona donde nieva muchísimo. Aquí encuentran a una familia en la misma cama, todos muertos. Sí, sí, sí, ¡por fin! Encuentran dos caballos atados en el corral de la granja. Nadie los ha robado. Ellos los toman prestados, y por fín son caballeros completos. Llevamos 15 minutos de película y en tiempo de historia unos 10 años, y por fin vemos los primeros caballos, ¡aleluya!. Han llegado a Centro Europa. No sé como pero ya están aquí. En apenas un mes han llegado desde Palestina a Centroeuropa. Eso es andar con rapidez, pues no hemos visto que hayan desembarcado en ningún sitio, ni otro medio de transporte que sus piernecitas.

Acojonante, uno de ellos no quiere entrar en la ciudadela que ven desde lo alto de una colina porque teme ¡ser reconocido!. Han recorrido unos 10.000 kms en un mes y temen que los reconozcan en una ciudad de mierda en Europa. Ya sabemos que el feisbuc es lo que tiene que no te deja desaparecer con tranquilidad.

Claro, pasa lo que tenía que pasar. Cuando están cambiando los caballos por otros más acordes con su estatus de caballeros, son reconocidos. Rápidamente aparecen los guardias y los detienen. Son conducidos al dormitorio del castellano quién está en cama atacado por la peste. Hay un buen detalle histórico, los médicos que le atienden tienen el rostro cubierto por una máscara con un pico pronunciado. En este pico se introducían hierbas aromáticas para no sucumbir a la peste de los cuerpos enfermos.




He dejado de verla.

El castellano ha prometido “retirar los cargos” contra nuestros héroes si llevan a la bruja responsable de extender la peste hasta las autoridades.

Me jode que no cuiden un poco, sólo un poco, la forma de hablar. Retirar los cargos, quién coño habla así, los abogaduchos de hoy en día. En pleno siglo XIV alguien iba a hablar de esa manera, ni siquiera los leguleyos dirían esas tonterias.

He durado veinte minutos. Una película menos.

1 comentario:

  1. yo también llegué a los 20 minutos y me aburri, chau ... chau.

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