miércoles, 23 de mayo de 2012

El Atlas Catalán de Abraham Cresques


La llamada carta de marear es un mapa marino que puede definirse como la representación plana del mar o de una de sus partes, en la que se incluyen los accidentes geográficos de utilidad para el tráfico marítimo y que permite su utilización para navegar por rumbos.

El insigne matemático Rey Pastor define como Cartografía Mallorquina al conjunto de todas las cartas náuticas firmadas en Mallorca o en lugar diverso por cartógrafo mallorquín. Esta escuela cartográfica mallorquina se inicia en la primera mitad del s. XIV, siendo uno de los primeros trabajos el conocido mapamundi de Angelino Dulcert,
 que aportó entre otras innovaciones la traza de los 32 rumbos de los vientos. La cartografía mallorquina de esta época contiene información de carácter náutico y a la vez geográfico-mercantil. 


El exponente más valioso de estas cartas náuticas y a la vez geográficas es el famoso Atlas Catalán, de Abraham Cresques.

Mantiene las características de la escuela cartográfica medieval de Mallorca, la clásica red de rumbos y una abundante toponimia tanto en la costa como en el interior. Incluye un error sistemático en el trazado de los rumbos que van al Oeste, mantenido hasta alcanzarse el conocimiento de las variaciones de la declinación magnética.

Fue realizada en 1375 a petición de el infante Don Juan hijo de Pedro IV el Ceremonioso, que en 1381 regalaría al rey Carlos VI de Francia, pasando a formar parte de la Biblioteca Real, actualmente Biblioteca Nacional de París. El mapamundi fue comprado por el Rey el 9 de abril de 1368 y, seis días después, firmaba un documento por el que se concedía a Abraham Cresques el rango de familia real. Ésta era una distinción social que otorgaban los reyes a personas no residentes en la Corte y que llevaba consigo algunos privilegios. En el caso concreto de los judíos, suponía una concesión aún mayor: la dispensa de llevar obligatoriamente sobre la vestimenta una rueda, que revelaba a los demás la condición de judío de la persona que la portase y que evidentemente suponía una vejación. Años después el infante Don Juan concedería a Abraham una licencia para la construcción de unos baños públicos para judíos y le amplía una concesión de agua.

Abraham Cresques morirá en Mallorca en 1386 a los 61 años de edad. Era un reconocido maestro de hacer mapamundis y un maestro de hacer brújulas (mestre brujoler). Algunos historiadores piensan que carecía de conocimientos de Cartografía sino que era un pintor o iluminador de mapas de lujo y de las cajas que contenían las brújulas. 

El Atlas Catalán está formado por siete planchas de madera de 0,643 por 0.249 metros. Las dos primeras hojas contienen un calendario lunar perpetuo, unas tablas geográficas y astronómicas y en el texto que las acompaña se hace una de las primeras menciones al nocturlabio. El resto son mapas que abarcan los continentes europeo y asiático y extensas zonas de África, incluidas las islas Canarias. Es de una gran belleza plástica. Está considerado uno de los puentes que unen la Edad Media con el Renacimiento.

Tras la muerte de Abraham Cresques su hijo Jafudá continuó con los trabajos de Cartografía y atendiendo los encargos reales. Tras la muerte de sus protectores y respondiendo a las llamadas del infante Don Enrique de Portugal, en 1420 Jafudá se traslada a Sagres para dirigir los estudios cartográficos patrocinados por el Infante portugués. Dando soporte cartográfico a los inicios de la expansión marítima portuguesa, prestigiosos historiadores portugueses han reconocido lo que el progreso de la ciencia náutica portuguesa debe a Cresques.

En la pared donde descansa el cabecero de mi cama hay una reproducción a tamaño natural de este maravilloso Atlas Catalán, un puzzle hecho por la madre de mi hijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario