sábado, 14 de abril de 2012

El orden de los factores no altera el producto, o sí.


Conocida fue la relación amorosa que hubo entre Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós (si no lo saben yo se lo cuento), pero también de dominio público la enemistad que llegaron a profesarse ambos.
En cierta ocasión, siendo ya mayores se encontraron accidentalmente en unas escaleras. Él subía jadeante y ella empezó a bajarla.
Mientras se cruzaban ella le espetó:
-Adiós, viejo chocho
Pero tal y como lo soltó se dio cuenta que le había puesto en bandeja una magistral contestación a una de las mentes más brillantes de la literatura española y universal. La Pardo Bazán aceleró el pasó escaleras abajo, pero le dio tiempo a escuchar la réplica de su viejo e íntimo enemigo:
-Adiós, chocho viejo


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