Se cree que fue el fraile Bertold Schwartz (el negro) quien la descubrió allá por el año mil trescientos y pico. Pero parece que éste lo que ideó fue introducirla en unos tubos y aprovechar la fuerza de su expansión para proyectar piedras a larga distancia.
En 1292, el monje franciscano Roger Bacon escribió “...con salitre, polvo de carbón y azufre, si tú conoces el artificio puedes producir el trueno y el rayo...”
Pero, 1.200 años antes que Bacon, se dice que los chinos ya conocía la fórmula, pero como eran gente civilizada la usaron para fuegos artificiales. No olvidemos que los chinos inventaron también la imprenta y no publicaron periódicos. Lo que sí es cierto es que los árabes emplearon la pólvora con fines bélicos y que ellos habían recibido la receta de los persas o los indios, y fueron los que la usaron en España por primera vez.
En la crónica de Alfonso XI de Castilla sobre el sitio de Algeciras, en el año 1332, se dice: “los moros de la ciudad lanzaban pellas de hierro grandes, tamañas como manzanas grandes, y lanzaban tan lejos de la ciudad que pasaban allende de la hueste algunas de ellas, é algunas de ellas ferian en la hueste”. En el capítulo 33 se lee: “en 24 de febrero de 1334 entraron en la ciudad cinco embarcaciones cargadas de harina, miel, manteca y de pólvora con que lanzaban del trueno”
En los Anales de Aragón, Zurita habla de una invasión que los moros de Granada hicieron en Alicante en 1331, en la llevaban ciertas pelotas de hierro que se tiraban con fuego.
Abu Abdallah, en su crónica de España, refiere que en 1312 el rey de Granada Abulualid llevó consigo al sitio de Baza “una gruesa máquina que cargaba con mistura de azufre y, dándola fuego, despedía con estrépitoo globos contra el alcázar de la ciudad.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario