martes, 22 de junio de 2010

Ibn Yubair. Peregrino del Mediterráneo

Ibn Yubair, poeta valenciano afincado en Granada y secretario de la cancillería decidió, motivado por una crisis de fe, que era el momento de peregrinar a La Meca.

Tras cruzar el estrecho de Gibraltar se embarcó en Ceuta rumbo a Alejandría en una nave genovesa. Era febrero de 1183. Casi un mes después llegaba a tierras egipcias, gobenadas entonces por el sultán Salah al-Din Yusuf, conocido en Occidente como Saladino, tras pasar por las islas Baleares, Cerdeña, Sicilia y Creta.



Después de visitar la ciudad y su famoso faro, partió hacia El Cairo, donde llegó tres días más tarde. Descripciones de la urbe y, cómo no, palabras sobrecogedoras sobre las pirámides. Remontó el Nilo hasta Asuán, para cruzar el mar Rojo, llegar a Jedda, alcanzar La Meca, ciudad en la que permaneció 8 meses, y finalizar la peregrinación en Medina.

En vez de enfilar el camino de regreso a la Península se animó a proseguir ruta. Tomó rumbo norte hacia Jerusalén, Damasco, Mosul, Bagdad y Acre. Dos años después decidió volver a Granada, vía Sicilia, isla en la que hizo una escala, en la ciudad de Palermo.

Fruto de aquel periplo nació su rihla (libro de viajes), un testimonio inusual para la época, pues el autor narró de forma pormenorizada no solo los puntos geográficos por los que transitó, sino su experiencia personal, las costumbres locales, la política, los sistemas de fiscalidad, la cultura en general y el estado de las comunidades religiosas, especialmente de la musulmana pero sin olvidar otras, como la judía o la cristiana, presente esta última con notoriedad en Jerusalén tras las Cruzadas.

Su libro es una ventana esencial para el conocimiento de la cultura mediterránea medieval.

Se tiene constancia de que Yubair viajó dos veces más hacia Levante, pero nada dejó escrito sobre ello.

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