sábado, 19 de septiembre de 2020

El descubridor de las islas Salomón y las Marquesas

Álvaro de Mendaña

Congosto, el Bierzo (León) 1542 – Isla de Santa Cruz (Islas Salomón) 1595

Álvaro de Mendaña no era un hombre especialmente ducho en la milicia, ni un experimentado marino conocedor de las trampas de la longitud, aunque a él se deben descubrimientos de la importancia del de las islas Salomón y de las Marquesas, entre otros logros geográficos obtenidos de sus dos grandes expediciones por el, hasta entonces, incógnito mar del Sur.

Hombre discreto, negociador, dotado de cierto carácter galaico, Mendaña podía ser, al mismo tiempo, firme y tenaz para aguantar las incomprensiones, envidias y zancadillas que más de una vez pusieron en serio peligro sus viajes. Pero le sonrió el azar, ese otro ingrediente imprescindible de la Historia.

Su tío, Lope García de Castro, fue nombrado presidente de la Audiencia de Lima con funciones además de virrey de Perú. Esa cercanía con el poder permitió a Álvaro de Mendaña encabezar una primera expedición, año 1567, en el curso de la cual cruzó el Pacífico Sur hasta alcanzar las islas Salomón.

Su vena exploratoria no estaba colmada aún. En su segundo viaje, en el año 1595, descubriría un imponente arco de islas, desde las Marquesas hasta Santa Cruz, el grupo más meridional del archipiélago de las Salomón.


Todo se inició cuando tenía 22 años. Viajó a América acompañando a su tío, y al poco tiempo consiguió hacerse con el mando de una armada con una misión de envergadura: debía zarpar de Perú y explorar el mar del Sur, con el objetivo de encontrar la Terra Australis Incognita, o una nueva ruta a la Especiería, o simplemente, más tierras y oro. Un viaje, en todo caso, de una enorme ambición geográfica teniendo todavía un continente apenas explorado.

El 19 de noviembre de 1567 el bisoño Mendaña mandó una flota de dos naves Los Reyes de 200 toneladas, y Todos los Santos de 140 toneladas, que recorrió 1.600 leguas de mar hasta llegar, el 7 de febrero de 1568, a la isla de Santa Isabel de la Estrella, primera y cierta de las islas Salomón, Mendaña las llamó así porque pensó que eran un lugar digno del bíblico y salomónico Ofir, un país repleto de minas de oro y secundariamente de gentes susceptibles de ser bautizadas en el cristianismo.

A partir de Santa Isabel (que conserva su nombre como Isabel Island), los españoles de Mendaña exploraron buena parte del archipiélago. Mendaña soñaba con establecer allí una colonia pero sus hombres sólo quería retornar al Perú. Permanecieron en las islas Salomón un total de seis meses y cuatro días, no encontrando riquezas de especial relevancia: poco oro y poca canela.


La vuelta al Perú fue una completa y total odisea que duró seis meses desde la última isla, San Cristóbal, tocando en diversos lugares que aún hoy no pueden marcarse en los mapas con certeza, pero se cree que subieron hasta la isla de San Francisco (actual Wake) y llegaron a California, desde donde bajaron costeando hasta El Callao.

El deseo de Álvaro de Mendaña era completar la empresa de las Salomón. Le costó nada menos que 27 años de espera, manejos y zozobras, pero consiguió otra expedición, y mayor que la primera.

Por entonces, ya se había casado con Isabel de Barreto, y ella lo acompañó junto con un buen plantel de militares y marinos, entre los que destacaba Pedro Fernández de Quirós. Por fin, el 16 de junio de 1595 zarparon cuatro navíos con 368 personas a bordo, entre las que se contaban numerosas mujeres. Iban a poblar las Salomón. Mendaña no consiguió dar con las islas de su primer periplo (Santa Isabel, San Cristóbal, Guadalcanal…), sino con Santa Cruz, en una latitud más meridional. En Santa Cruz las relaciones con los nativos se enconaron y las diferencias entre los españoles explotaron con virulencia. Así pues, el intento de colonización fracasó. Mendaña murió en la isla y su mujer, Isabel Barreto, tomó el mando.

Comenzaba otra aventura……..

 

 

Para saber más: Las islas del Rey Salomón. En busca de la tierra austral. Luis Pancorbo. Laertes. Barcelona, 2006



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario