sábado, 5 de septiembre de 2020

Juan León, el Africano

Hasan ibn Muhammad al-Zayyati al Fassi


El gran geógrafo musulmán del Renacimiento

Granada, ¿1485? - Túnez, 1552


Tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos muchas familias granadinas emigraron al cercano Marruecos; en Fez se aposentó una de ellas, la de Hasan ibn Muhammad, que a la larga sería conocido como Juan León, tras abrazar temporalmente la religión cristiana, y con el apodo del Africano.

Su aventura entre dos mundos, Oriente y Occidente, se inició a la temprana edad de 16 años cuando acompañó a un tío suyo, embajador, a una misión en la lejana y evocadora ciudad de Tombuctú. Atravesó para ello la cordillera del Atlas y el desierto de Sáhara, hasta llegar a la urbe más floreciente del imperio Songhay. Él fue el encargado de llevar los presentes al señor de Tombuctú: “un par de estribos adornados y labrados a la morisca, de 25 ducados de valor; un par de espuelas bellísimas y muy bien labradas, de 15 ducados de valor; un par de cordones de seda, bordados en oro, de color violeta y azul; un libro muy bello, recientemente encuadernado que trataba de la vida de los santos africanos; y una canción hecha en alabanza de dicho señor.”

De vuelta en Fez, el sultán de la ciudad, llamado el Portugués, le encargó nuevas misiones diplomáticas, en virtud de las cuales pudo recorrer el norte de África, dando muestras de interés por los aspectos socioculturales de las tierras que iba recorriendo.

En 1512, de nuevo, fue a Tombuctú (fue testigo del incendio que acabó con media ciudad). De allí se dirigió a Egipto. Pasó algún tiempo en la tierra de los faraones antes de volver a Marruecos por mar.

Entre 1515 y 1517 sus pasos se encaminaron hacia Oriente, es posible que llegara hasta Constantinopla tras pasar por la península arábiga, Persia, Tartaria, Armenia y Siria.

En 1517 estaba de nuevo en Egipto, justo después de que cayera en las manos otomanas de Selim. Remontó el Nilo y llegó a Asuan, desde donde inició la Hadj, la obligada peregrinación a La Meca.

Cuando intentaba el regreso a Marruecos por mar, fue capturado cerca de la isla de Djerba (actual Tunez) por corsarios sicilianos. Al dar muestras de su erudición fue regalado al papa León X, Juan de Médici en el siglo, quien lo acogió, lo admitió como protegido, lo instruyó en el cristianismo y al cabo de un año en 1520, lo bautizó con su propio nombre, Giovanni Leone di Médici, Juan León, otorgándole también la libertad.

En 1521 murió su protector el pontífice y viajó a Bolonia, primero, y a Florencia y Nápoles, después. En Bolonia aprendió latín e italiano, al tiempo que daba clases de árabe. De regreso a Roma, llevó a cabo la que había sido petición de su mentor: escribir un relato sobre sus viajes por África. Lo hizo en italiano, en el año 1526, lo tituló Descripción de las cosas notables que alí hay y fue incluido en la famosa compilación de Giovanni Battista Ramussio Delle navigationi et viaggi


 

Lo que sabemos de Juan León lo hemos recibido a través de las anotaciones autobiográficas que dejó en este texto, considerado en su momento como uno de los más importantes tratados geográficos descriptivos del mundo.

También escribió otras obras sobre retórica y poesía árabes, un vocabulario arábigo-hebreo-latino, una gramática árabe y su Liberllus de viris quibusdam ilustribus apud Arabes.

Se cree que pasó sus últimos años en Túnez, después de abrazar de nuevo la religión de sus ancestros y abjurar del cristianismo.


Para saber más:

En 1986 el escritor libanés Amín Maalouf escribió una maravillosa novela titulada León el Africano.

Descripción general del África y de las cosas peregrinas que allí hay Juan León el Africano. Traducción, introducción, notas e índices de Serafín Fanjul en colaboración con Nadia Consolani. El legado andalusí. Granada, 2004

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario